ATENCIÓN : ALERTA DE SPOILERS !!!
(Película de referencia : Michael Collins, 1996)
En 1996 se estrenó “Michael Collins”, una interesante
película que cuenta la verdadera historia de, precisamente, Michael Collins,
héroe nacional para la República de Irlanda. En esta película, Alan Rickman
interpreta a un personaje clave: Eamon De Valera, otra de las figuras
trascendentales en la historia irlandesa.
De Valera se formó en idiomas y matemáticas. Incluso llegó a
trabajar como profesor, hasta que los enfrentamientos entre los católicos
nacionalistas irlandeses contra los unionistas protestantes, lo llevó a
acercarse a la política y participar activamente en ella por el resto de su
vida.
No voy a meterme en los detalles políticos de la pelea entre
irlandeses e ingleses (porque es extensísima y sumamente compleja); sólo voy a
señalar que De Valera tuvo una amplia trayectoria política y un rol tan
importante en la independencia de su país, que fue considerado como el “Padre
de Irlanda”. Entre otras cosas fundó el partido Fianna Fail, y fue tres veces
primer ministro irlandés, hasta que en 1959 fue nombrado Presidente de la
República, cargo que mantuvo hasta su retiro de la vida política en 1972.
Pero volviendo a sus primeros años de militancia, en medio
de este conflicto político, De Valera tenía un aliado incondicional: Michael
Collins, con quien compartió no sólo jornadas de lucha política sino también
armada y hasta incluso la cárcel.
El año 1921 sería clave en la historia de ese país y en la
relación entre De Valera y Collins, cuando una comisión del partido Sinn Féin
(al que originalmente pertenecían ambos personajes) viajó a Londres para
negociar un acuerdo que entre otras cosas separaba a Irlanda en dos: Irlanda
del Norte y la República de Irlanda, pero sin llegar a otorgarle verdadera
independencia a ninguna.
En este punto los historiadores no se ponen de acuerdo, ya
que algunos sostienen que Collins por su cuenta y sin consultar a De Valera,
firmó dicho tratado cuando en realidad lo que tenía que hacer era limitarse a
negociar. Otros aseguran que De Valera obligó a Collins a encabezar esa
comisión, sabiendo la pobre propuesta que iban a hacerles en Londres y De
Valera no estaba dispuesto a encabezar una comisión destinada al fracaso y
pagar el precio político por ello. Por otra parte, Collins se oponía a viajar,
entre otras cosas, porque eso lo dejaba expuesto (hasta ese momento nadie en
Londres sabía qué cara tenía Collins). En otras palabras: De Valera “mandó al
muere” a Michael Collins, obligándolo a poner la cara en las negociaciones y
pagar el costo político.
La cuestión es que la firma del tratado hizo que estos dos
personajes se enfrentan, ya que De Valera no aceptaba el pacto y pretendía la
completa independencia de su país, del Imperio Británico.
Una vez confirmado el tratado, se instauró un gobierno
provisional encabezado por Collins. Pero lejos de establecer la paz, Collins
tuvo que hacer frente a los levantamientos de los grupos anti-tratado, hasta
que en 1921 se originó una guerra civil entre quienes estaban a favor y los que
estaban en contra del pacto, éstos últimos, encabezados por el IRA.
En agosto de 1922, Collins se desplazó al sur del país donde
se localizaban los grupos más radicales anti-tratado, para intentar una tregua.
Allí, entre las localidades de Bandon y Cork, la caravana en la que viajaba
Collins fue emboscada y él fue asesinado a tiros por rebeldes anti-tratado. Entre
las hipótesis que se tejieron tras la muerte de Collins, una sostenía que había
sido Eamon De Valera el autor intelectual de su asesinato, algo que no pudo
comprobarse.
El asunto es que el cese de las hostilidades llegó en 1924 y
De Valera regresó a la vida política de lleno, dejando las armas de lado.
Renunció al partido Sinn Féin y fundó otro: el Fianna Fail, en 1926. Un año más
tarde decidió participar del Parlamento irlandés, hasta que en 1932 se
convirtió en primer ministro irlandés y desde ese lugar continuó su lucha
política en contra del imperio británico: abolió de la constitución irlandesa
el juramento a la Corona y el pago de impuestos obligatorio a la UK, y reformó
la Constitución dándole a Irlanda el titulo de Estado Libre.
Su retiro de la vida política sería en 1972 como Presidente
de la República de Irlanda, y con 91 años de edad.
Este hombre político, quien también hizo uso de las armas
para defender su posición, murió el 29 de agosto de 1975 en Blackrock, Dublín,
llevándose a la tumba muchos secretos. Entre ellos, quién mató (o mandó matar)
a Michael Collins. Aunque la película de Neil Jordan hace su particular y clara
interpretación de lo que pudo haber sucedido.
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