Se termina el 2016 y escribir unas líneas era casi obligación. Porque no fue un año más ; fue el peor año entre todos los posibles a imaginar para quienes admirábamos -admiramos y seguiremos admirando- a ese gran actor que fue Alan Rickman. Se supone que ante el final de un año y el comienzo de otro, se impone un balance de lo que termina y una proyección hacia lo que viene. Pero qué decir, qué escribir, ante un escenario semejante, donde ya no habrá nuevas películas de Alan que esperar, ni obras de teatro, ni cortometrajes, ni nada nuevo ni delante ni detrás de cámara ? El 2016 nos arrancó su voz y su imagen.
Pero qué va… Alan era una persona con un gran sentido del humor, y el humor implica ser positivo. La muerte es algo inevitable para todos. Pero, saben ? Siempre creí que en este campo, los artistas nos sacan ventaja, porque son inmortales. Por más años que pasen, siempre nos quedará su obra, que podremos ver y reveer mil veces. Él siempre va a estar ahí, cada vez que reveamos una de sus películas. Ahí va a estar siempre para hacernos reír, llorar, emocionarnos. Se dice que cada vez que volvemos a ver una película, vemos algo diferente. Y películas de Alan no faltan. Seguro que les queda alguna sin ver. Un cortometraje, quizá ? Un telefilm ? Quizá es hora de salir en busca de ese que hace años quierían ver y nunca pudieron. Seguro que está en alguna parte en Internet….
Mientras tanto, este espacio seguirá estando a manera de homenaje, con la guía de sus trabajos y alguna que otra cosa de creación propia que iré subiendo a medida que encuentre tiempo e inspiración.
Disfrutemos de la obra que Alan ha dejado, de esa pila de películas y personajes tan variados, y vivamos la vida. Les dejo a todos un saludo, que tengan un excelente 2017, y brindo por esa nueva Estrella que brilla con tanta intensidad….
Laura.-
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